Las expediciones que salieron de Cuba, nevegaron hacia el Poniente en la dirección de Yucatán y México, todavia oculto a los ojos de los exploradores. Durante su cuarto viaje (1502-1504) Colón descubrió Honduras y, al decir de su hermano Bartolomé, vio una gran canoa cargada con diversos productos, que los naturales decían ser de una provincia llamada Maia. Colón trató de ponerse al habla con el jefe que se hallaba de pie en otra canoa, pero no había a la sazón nadie a bordo que supiera la lengua. Ann Atell Morris describe la escena de estos dos hombres "mirándose mutuamente con cierta sonrisa embarazosa y completamente mudos. Como último recurso se emplearon la señas, y algo se ganó, porque logró ponerse en claro que el desconocido invitaba desde su canoa al buque español a visitar su tierra situada hacia el Poniente.
"Colón obervó con ojos calculadores la canoa, que era grande, cómoda y bien provista de víveres y de grandes jarros de agua, todo lo cual, en su mente, significaba un largo viaje y una distancia grande hasta tierra. La curiosidad luchó brevemente contra las ideas que el navegante había tenido en España; pero no triunfó. Colón meneó la cabeza, diciendo de repente al timonel: "pon rumbo al oriente, vámonos a casa".
Acababa de ser invitado a visitar México, y no había aceptado. Los arqueólogos han puesto en claro que esto sucedió frente a la costa de Yucatán, y por ende el jefe indio era un maya. Por tan poca cosa perdió Colón su gran recompensa"
una de mis partes favoritas del
México Tierra de Volcanes
Joseph H.L. Schlarman
pag. 30
viernes, 25 de noviembre de 2011
Cuando Colón casi...vino a México.
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